Año 1307... El monarca aragonés Jaime II cede a las presiones papales de Clemente V para perseguir y ajusticiar a los caballeros templarios. El gran maestre de la Orden del Temple encarga a su comendador que se ponga en contacto con su hermanastro, el gran maestre de la Orden de Calatrava en Alcañiz, con el fin de traspasar a esta la salvaguardia de las santas reliquias.
El Arca de la Alianza, la más preciada de las reliquias depositadas en la Orden, descansa en los laberintos subterráneos del castillo calatravo de Alcañiz durante más de doscientos años, hasta que el gran maestre actual de la Orden, receloso y ansioso por conseguir un emplazamiento más seguro, involucra en la búsqueda del mismo a Damián Forment, maestro escultor con el que mantiene unos lazos de profunda amistad.
Año 2007... El padre Roberto inicia por su cuenta una investigación como consecuencia de la aparición en una de las colectas de la iglesia de Santa María la Mayor de Alcañiz un anillo con el antiguo sello del Santo Oficio.
Ello le lleva a descubrir la existencia de la secreta Hermandad de la Santa Arca de la Alianza, un grupo de fundamentalistas que pretenden formar una Iglesia más austera y rigurosa, apartada del lujo y la opulencia del Vaticano.