En el país de los cucutes. Un viaje a pie por los Monegros... ¿Por los Monegros? Sí; ahora que ir a Venecia es ya una horterada, que en el Camino de Santiago dan el número como en las carnicerías..., o que se nos ha olvidado de qué pueblo eran nuestros abuelos, se impone, como siempre, hacer camino al andar, renovar el sentido del verso machadiano..., darle la vuelta a todo eso del viajar...
Decía también aquel intelectual de vuelta de todo (¿todo?, ¿no será mucho?) que el único viaje que le apetecía hacer era recorrer con un amigo las gasolineras de una carretera secundaria...
Y es en ese sentido y con ese espíritu, con el que surge la idea de caminar, acompañado de otros seres esteparios, por un paisaje (¿Parque Natural ya!), mil memorias históricas y un árbol genealógico.
Por todo ello, este viaje por los Monegros es, además de una puesta en valor (aunque eso lo dejaremos para los profesionales del turismo), un grito de socorro y una reivindicación. También una carta de amor.
Pero... ¡Mira! Acaba de pasar volando un cucute (tú puede que lo llames burbute... o abubilla)... Allí, por donde rueda aquella capitana... y nos pide que la sigamos... ¡se ha metido dentro del libro!